Nuestro profesor de interpretación, Hugo Guzmán, está a punto de empezar a rodar la tercera temporada de Operación Marea Negra a las órdenes de Daniel Calparsoro, en la que retoma el papel de Carlitos Miranda, un importante miembro del cártel de Sinaloa. Hablamos con él para que nos cuente sobre los últimos rodajes en los que ha participado.
P: Buenos días, Hugo. Cuéntanos en qué andas actualmente.
R: Pues justo el mes que viene empezamos a rodar la tercera temporada de Operación Marea Negra, una serie para Amazon Prime, y también hace poco terminé el rodaje de una película sobre el grupo Locomía en la que he interpretado a un presentador mexicano muy famoso llamado Raúl Velasco. Es una producción en la que también están Jaime Lorente, Blanca Suárez y Alberto Ammann entre otros.
P: ¿Qué diferencias hay entre actuar en una serie y actuar en una película?
R: Básicamente, los tiempos. En una película normalmente tienes más tiempo para prepararte, hay más ensayos y el ritmo es otro. Por ejemplo, para la película de Locomía quedé un mes antes del rodaje con el director, Kike Maíllo, y ensayamos las escenas en las que aparecía, hicimos correcciones e incluso añadimos texto. Con las series es: tú llegas, haces una lectura, te corrigen algo y a continuación ya vas al set. El ritmo es frenético. Sin embargo, con Igor Legarreta y Daniel Calparsoro he tenido suerte porque son directores a los que les gusta ensayar mucho.
P: ¿Cómo es el personaje que interpretas en la segunda temporada de Operación Marea Negra?
R: Carlitos Miranda es un representante de un cártel que viene buscando un contenedor de fentanilo (una droga muy potente y peligrosa) que se les ha perdido. Su contacto en España está en la cárcel y es el personaje que interpreta Óscar Jaenada, y un poco lo que hago es tratar de imponer la ley del cártel de Sinaloa. Es un personaje muy tranquilo, muy cool, pero que tiene mucho poder. No le hace falta levantar la voz para pedir las cosas; sabe que se le tienen que conceder.
P: ¿Cómo preparaste este personaje?
R: Pues para empezar lo que hice fue establecer un look. En el guión mi personaje aparecía al principio como «El hombre del traje» porque querían que fuera un hombre elegante. A partir de esa indicación empecé a proponer ideas, peinados e incluso el corte de barba a lo Tony Stark. Después busqué referentes y los estudié, sobre todo en series fronterizas, como Breaking Bad. Me fijé en los personajes que tenían más poder y en cómo ejercían ese poder.
P: Muchos de nuestros lectores/as son estudiantes de interpretación, o aspiran a serlo. Estoy seguro de que querrán saber cómo preparas tú un casting.
R: Lo básico para un casting es saberse bien el texto. Parece algo muy básico, pero hay que tener el texto perfectamente aprendido para poder empezar a jugar. Como normalmente sólo te dan el texto de una secuencia, lo que hay que hacer es escarbar el máximo de información posible para tener un personaje que darles. No tienes ni idea de si tu personaje es muy agresivo o calmado, así que tienes que detectar en el texto cómo es. Y a partir de ahí y de lo que dice, empezar a ver cuál es su manera de funcionar en el mundo, cómo se viste y cómo se peina, si lleva gafas… Darle forma, para que cuando vayas al casting puedas mostrarles con esa intuición cómo viste el personaje y cómo se mueve.
P: Además de actor, también eres director. ¿Qué te llena más, dirigir o actuar?
R: Las dos cosas, es que son muy diferentes. Como actor, me gusta sentir la fragilidad de no tenerlo controlado y de depender de un director. Me gusta mucho esa humildad que tienes como actor. En cambio, como director tengo el control de todo y es una sensación diferente, pero también me engancha el conseguir que un actor o una actriz llegue hasta donde le he dirigido. Son dos mundos muy diferentes pero complementarios: por un lado consigues algo de alguien, por el otro consigues darle al director lo que él quiere.
P: Y para acabar, cuéntanos tus proyectos de futuro.
R: Pues tengo la intención de consolidar un proyecto con ex-alumnos y ex-alumnas de la escuela para formar una compañía de teatro profesional. Nuestra idea es estrenar «Para soñar que no estamos huyendo», una obra de la escritora mexicana Ana Francis Mor, el 27 y 28 de enero en La Bòbila. Esperemos que sea la primera de muchas y poder estrenar al menos una obra al año con ex-alumnos de la escuela que les sirva como trampolín al mundo profesional.
Comentarios recientes